Monday, May 14, 2007

 

Humanidad, no paras de tocarme los cojones

Pivano: Y por qué querías ir a la guerra?

Bukowski: Bueno, me parecía que tenía que ser interesante. Date cuenta, los hombres morían sin ninguna razón, y tal vez yo también moriría, tal vez mataría a alguien, y yo no creía en nada, sería como una especie de circo, ves. No me importaba que se matara, ni que me mataran, daba igual. La principal razón por la que no quería ir era que no me gusta estar en una habitación grande, encerrado con muchos hombres. Me hace perder la individualidad. No quería ir de un lado a otro con los compañeros, no quería emborracharme con ellos en los permisos, ni salir con ellos en busca de un coño. Pero matar o que me mataran me daba igual.

Pivano: Entiendo que no te importaba que te mataran, pero matar…

Bukowski: ¿Matar? También esto me daba igual, porque la situación me obligaría a hacerlo y me dirían que era lo que había que hacer. De acuerdo. Haré lo que hay que hacer.

Pivano: Pero si acabas de decirme que para no hacer ni pensar lo que hacían y pensaban los demás fingiste que eras un nazi. ¿Y por qué aceptabas entonces que si te decían que mataras tenías que hacer lo que te decían?

Bukowski: Pero yo mataría por una razón diferente de la de mi vecino. Él mataría porque creía en matar. Yo mataría porque no tiene importancia. Mi razón es diferente. Obtiene el mismo fin.

De "Lo que más me gusta es rascarme los sobacos".






<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?